La calidad constante de los Kawasaki Engines no es fruto de la casualidad. Es el resultado de seguir unos procesos estrictos y prestar una atención extremadamente cuidadosa a los detalles.

Nuestras plantas de producción en EE. UU. saben cómo hacer el trabajo: en Maryville llevan décadas fabricando motores bicilíndricos en V. La potencia, la calidad y la durabilidad son factores por los que Kawasaki Engines se ha forjado una reputación, pero nada de todo ello sería posible sin la meticulosa planificación y los procesos que implica la fabricación.

«Made in the USA»

Nuestras instalaciones de producción de motores bicilíndricos en V se encuentran en pleno corazón del Medio Oeste, con nuestra planta principal en Maryville (Misuri). 

Tener la base aquí hace más sencillo cumplir con los estándares de Kawasaki. Tanto en nuestra planta de fabricación de Kawasaki Motors en Maryville como en nuestra nueva planta de Boonville, tenemos acceso a una mano de obra altamente cualificada y a la tecnología y el equipamiento más modernos. La nueva planta de montaje en Boonville es una fantástica incorporación a nuestras operaciones, pero el montaje es solo un aspecto de la producción en Maryville. Incluye máquinas de fundición a presión y operaciones de mecanizado in situ que toman aluminio fundido y acero forjado para crear las principales piezas de los motores Kawasaki, lo que añade otro elemento complejo a la producción... ¡En Maryville hay sin duda más de lo que parece!

Nuestros asesores de calidad y los departamentos de I+D trabajan mano a mano para mejorar constantemente el rendimiento de nuestros motores y se aseguran de que Kawasaki esté siempre a la vanguardia. Los departamentos de diseño y fabricación colaboran estrechamente para garantizar que los motores Kawasaki puedan pasar de los planos al entorno de producción en serie satisfaciendo todas las exigencias.

Los motores Kawasaki se distribuyen en todo el mundo desde Maryville, que sigue registrando una actividad frenética desde hace más de 30 años. Nuestra reputación de máquinas de alta calidad y excepcionalmente duraderas, se ha construido aquí, donde los estándares se elevan continuamente gracias a una comunidad muy unida de trabajadores que ven la coherencia, la precisión y simplemente «hacerlo bien» casi como una obsesión.

Nuestras plantas de fabricación están sujetas a estrictas directrices de calidad: ambas instalaciones cuentan con las certificaciones ISO 9001 e ISO 14001, lo que demuestra nuestro compromiso con la gestión de la calidad y la responsabilidad medioambiental, respectivamente.

En Kawasaki Engines buscamos constantemente mejorar los procesos y producir los mejores motores que podamos. Así lo demuestra nuestro último motor recién salido de la cadena de montaje, la serie EVO, que incluye nuestros motores más avanzados hasta la fecha.

Boonville, ubicación de nuestra nueva planta de producción

La demanda del mercado exigía una mayor capacidad de producción, por lo que en 2002 se pusieron en marcha planes para construir una nueva planta. Nuestra nueva planta de Boonville (Misuri) ha superado rápidamente las expectativas, y las dos líneas de montaje previstas inicialmente ya se han ampliado a cinco. 

La planta se ha convertido en el mayor empleador de Boonville en solo diez meses, y parece que va a seguir creciendo para adaptarse a la demanda.

Garantía de calidad en el proceso de fabricación

La calidad de Kawasaki se garantiza con toda una serie de comprobaciones meticulosas y pruebas exhaustivas a lo largo del proceso de fabricación.

Es este «exceso de celo» lo que nos ayuda a perfeccionar nuestros motores y a garantizar que tengan la potencia, la fiabilidad y la durabilidad que nuestros clientes necesitan y esperan de ellos. Realizamos pruebas exhaustivas para que nuestros clientes tengan la certeza de que reciben el mejor motor posible para el trabajo que tienen entre manos.

Los altos estándares y la continua evolución han mantenido a Kawasaki a la vanguardia del diseño y la fabricación de motores. Estos estándares se cumplen con plena coherencia. Hablamos con Anita Coulter, la directora de la planta de Maryville que contribuyó decisivamente a hacer realidad la fábrica de Boonville, sobre los procesos necesarios para garantizar la calidad de Kawasaki.

La seguridad es lo primero

Anita insistió en que la seguridad de los empleados es siempre la consideración más importante: «Antes que nada, la seguridad de los empleados es la máxima prioridad. Además de nuestra dedicación a considerar el bienestar de nuestros empleados y velar por él, la seguridad del personal tiene un enorme impacto a la hora de garantizar la calidad. 

Una línea de producción no puede funcionar con eficacia si no es segura. Si alguien que maneja una máquina está en peligro, en primer lugar, esto es inaceptable para el bienestar de nuestro personal, pero también demuestra una falta de cuidado que se trasladará a la producción de nuestros motores. Un entorno seguro ayuda a nuestros empleados a desempeñar su trabajo a su máxima capacidad».

La calidad es lo siguiente

Anita prosigue: «Una vez garantizada la seguridad, la calidad es el siguiente aspecto prioritario, y la calidad la verifica nuestro personal. Tenemos en la línea empleados que realizan controles constantemente: integramos innumerables comprobaciones y balances para garantizar que el motor o la pieza cumple las especificaciones del cliente. Tenemos la certificación ISO, por lo que «hacemos lo que decimos que hacemos», y auditamos esos procesos para asegurar la calidad en cada paso del proceso.  

«Las piezas que recibimos también se examinan minuciosamente: pasan por un área de control de calidad y, si se descubre algún problema, se las devolvemos directamente al proveedor de inmediato. La maquinaria que utilizamos para fabricar los motores también se somete a numerosos controles. Realizamos sistemáticamente comprobaciones de mantenimiento preventivo para detectar cualquier incidencia antes de que se convierta en un problema. Nuestros ingenieros examinan los equipos que adquirimos para asegurarse de que su calidad está a la altura de la nuestra y siempre están atentos a las novedades tecnológicas».

«Esencialmente, en Kawasaki hemos establecido nuestros propios estándares. No aceptamos bajar de un determinado nivel de calidad y durabilidad en nuestros motores, y las máquinas que los fabrican también tienen que cumplir ese nivel. Cada motor se prueba antes de salir de la fábrica, por lo que el cliente puede estar seguro de que recibe un producto fiable y digno de confianza».

Los motores Kawasaki se prueban en condiciones extremas para confirmar que son capaces de soportar una carga de trabajo de nivel profesional. Ya sea en caso de temperaturas bajo cero y entornos polvorientos o con exigencias de largas horas de uso, puede confiar en que Kawasaki Engines lo tiene todo bajo control en lo referente a la fiabilidad de su máquina.

Confíe en Kawasaki Engines para una calidad garantizada

Como puede comprobar, al igual que ocurre con los propios motores Kawasaki, nuestras plantas de fabricación funcionan como una máquina bien engrasada. Los altos estándares asegurados por una mano de obra especializada y los controles de calidad constantes son garantía de que su motor está probado y preparado para rendir al máximo nivel.

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