
Césped a rayas: cómo dominar el arte de las franjas de césped
Este artículo cuenta con la aprobación profesional de Martyn Hooper, propietario de Hoopers Garden Maintenance.
El verano es época de mucho trabajo para cualquier paisajista profesional. El calor y la luz solar propician unas condiciones óptimas para el crecimiento de las plantas y del césped que hay que cuidar y, como los clientes pasan más tiempo al aire libre, suele haber una mayor demanda de servicios de paisajismo.
Pero el verano también puede conllevar la aparición de la sequía.
En los últimos años hemos asistido en toda Europa a una presencia cada vez mayor de olas de calor y, como resultado, las condiciones de sequía se están convirtiendo en la nueva normalidad durante los meses de verano. En 2023 y 2024 es probable que la situación empeore aún más por el fenómeno meteorológico conocido como «El Niño»; de hecho, ya estamos viendo cómo las temperaturas en toda Europa se disparan por encima de los 40 grados.
La probabilidad de sequía puede obligarle a cambiar su régimen habitual de cuidado del césped en verano. Desde la siega hasta el riego, pasando por el mantenimiento entre estaciones, ofrecemos consejos para quienes deseen consultar un breve resumen sobre cómo mantener la hierba verde este verano.
La sequía es uno de los mayores retos a los que se puede enfrentar un paisajista con su césped durante los meses de verano. Un césped en su día impoluto puede adquirir un aspecto amarillento y la hierba se puede ver expuesta a contraer enfermedades más adelante.
Aunque las temperaturas excepcionalmente altas que se están registrando actualmente en Europa —en algunas zonas con temperaturas superiores a los 45 grados— son un factor clave que contribuye a la sequía, la mayoría de los céspedes domésticos son lo suficientemente resistentes como para soportar una ola de calor. Lo importante para mantener un césped sano es lo que hay debajo.
Gestionar bien la humedad de la zona radicular es un aspecto crucial para mantener sano el césped de sus clientes. Una zona radicular dañada puede dificultar la capacidad de las raíces para recuperar y retener el agua durante una ola de calor, lo que a su vez dificulta la posibilidad de que un césped de aspecto muerto se recupere cuando vuelva a llover en otoño.
Se puede evaluar el nivel de humedad del césped examinando los cinco o seis centímetros superiores. Si la hierba empieza a tener un aspecto apagado, si retiene las pisadas sin rebrotar o si su crecimiento es lento, entonces el césped podría estar en riesgo de sequía. Abrir el suelo a cinco o seis centímetros de profundidad también le permitirá observar si el suelo está húmedo o seco.
El calor puede ser tan estresante para el suelo como para los propios paisajistas encargados del mantenimiento del césped. Por ello, las prioridades deben ser conservar la humedad, evitar la evaporación y causar el menor daño posible a la hierba.
El césped está compuesto de agua en un 85 %, lo que significa que la humedad se corta literalmente con cada centímetro. Además, cortar el césped con regularidad favorece su crecimiento. Cuando los recursos como el agua están limitados, este crecimiento puede agotar la valiosa humedad, por lo que es mejor no cortar con demasiada frecuencia.
Los paisajistas pueden no cortar el césped por completo y evitar así estresar la hierba o causarle más daños. Además, una hierba más larga también crea sombra por sí misma, lo que contribuye a proteger la planta durante más tiempo. En su lugar, puede concentrar su atención en otros servicios como el paisajismo duro o el corte de setos mientras espera a que el tiempo se enfríe y el suelo se recupere.
En cualquier caso, con unos patrones de siega bien pensados y modificados que tengan en cuenta los céspedes potencialmente frágiles, es posible seguir cortando la hierba en condiciones calurosas y secas si es necesario. Muchos paisajistas aplican la regla del tercio al cortar el césped en verano. Esto consiste en no quitar nunca más de un tercio de la hoja de hierba en un solo corte para favorecer la retención de la humedad.
Durante la sequía, los paisajistas suelen cortar la hierba de los céspedes ornamentales a unos 10-15 mm, mientras que los céspedes domésticos más resistentes suelen alcanzar una altura de 25-40 mm.
Para los paisajistas profesionales que trabajan en paisajes extensos como parques o campos deportivos, la eficacia es un aspecto prioritario. Y lo es aún más en épocas de sequía, cuando puede que los paisajistas quieran cubrir grandes áreas rápidamente para minimizar el tiempo total de siega y el estrés que supone para el césped el proceso de corte en períodos secos. La solución es un cortacésped de giro cero, que destaca tanto por su maniobrabilidad como por su velocidad.
En comparación con los cortacéspedes tradicionales, los de giro cero también distribuyen mejor el peso de la máquina gracias a sus neumáticos anchos y a la baja presión que ejercen sobre el suelo. Esto contribuye a minimizar la compactación del suelo, algo crucial durante una sequía cuando el suelo ya está de por sí seco y vulnerable. Una menor compactación del suelo hace que retenga mejor la humedad y favorece un crecimiento más sano de las raíces.
Si no dispone de un cortacésped de giro cero o si está trabajando en una superficie más pequeña, los cortacéspedes giratorios son recomendables para su uso en hierba reseca, ya que tienen por debajo una cuchilla que gira a una velocidad muy alta y «trocea» las briznas al impactar, con lo que la hierba queda más larga, a diferencia de lo que ocurre con el movimiento de tijera de un cortacésped cilíndrico, que ofrece un corte más cercano. Están disponibles en forma de modelos de empujar y con asiento y, con la potencia suficiente y unas cuchillas afiladas, un cortacésped giratorio permite practicar un corte limpio que evita la pérdida excesiva de agua durante el proceso.
Aunque se disponga del mejor cortacésped del mercado, una cuchilla roma puede causar un traumatismo innecesario en el césped, y eso es algo que se debe evitar a toda costa cuando hay sequía. En lugar de cortar limpiamente las briznas de hierba, una cuchilla mal afilada las desgarra o las rasga, lo que causa estrés al césped.
Los cortes rasgados no solo aumentan la pérdida de humedad, sino que abren puntos de entrada para patógenos, de modo que incrementan la posibilidad de infecciones en el césped y permiten que las malas hierbas florezcan en las zonas más débiles.
Se recomienda que los paisajistas profesionales inspeccionen y afilen regularmente las cuchillas, así como que limpien la plataforma del cortacésped y sigan los consejos de mantenimiento del fabricante para conseguir los mejores cortes y mantener los céspedes más sanos en períodos sequía.
Evitar la pérdida de humedad no es la única ventaja de alargar los intervalos entre los ciclos de corte y dejar que la hierba adquiera mayor longitud. Un corte más largo, facilitado por el uso de un cortacésped giratorio, crea una barrera entre el suelo y los efectos desecantes del clima y establece una sombra natural que mantiene más fresco el suelo que hay debajo. A su vez, esto permite que el suelo retenga el agua durante más tiempo y evita la evaporación que puede empeorar las condiciones de sequía.
Otra ventaja de dejar más largo el césped de sus clientes es que así es más capaz de atrapar el rocío de la mañana, algo que puede hacer maravillas a la hora de proporcionarle al suelo el líquido que tanto necesita.
Cuando llegue el momento de segar, ajuste la cuchilla de su cortacésped para elevar el corte unos cinco centímetros y permitir esta longitud adicional.
Del mismo modo que resulta beneficioso que el césped de sus clientes crezca más alto y ofrezca refugio para el suelo, dejar los recortes de hierba en el césped después de cortarlo también sirve de barrera contra el sol y evita la evaporación. Si su cortacésped le permite cortar con la caja quitada, deje sobre la hierba los recortes que son más finos de lo habitual. Así actúan como mantillo y transfieren la preciada humedad de nuevo al suelo para luego desaparecer por completo en 24 horas en circunstancias normales. Solo tiene que asegurarse de que sean lo suficientemente pequeños para no asfixiar el césped.
Aunque puede aconsejar esta técnica para mantener saludable el césped y el suelo de sus clientes durante las condiciones de sequía, es posible que dejar los recortes de hierba en el césped no resulte práctico para todos los clientes, especialmente si tienen planeados eventos en el jardín o si tienen mascotas. Hable con su cliente sobre las ventajas de dejar los recortes en el césped para que él decida cómo proceder.
Incluso con los mejores cuidados preventivos, las condiciones de sequía pueden provocar que el césped tenga un aspecto desgastado. Siempre puede elaborar un plan con sus clientes para cambiar sus céspedes actuales e incluir alrededor de los bordes plantas resistentes a la sequía, como las perennes, que no solo sirven para reverdecer un paisaje que pardea, sino que también pueden contribuir a reparar los suelos a largo plazo.
Las plantas silvestres crean un microclima que contribuye a reducir la evaporación y la pérdida de agua, y sus extensos sistemas radiculares sostienen el suelo bajo la superficie del césped para evitar la erosión y minimizar la compactación que puede provocar el aumento del tránsito a pie.
Las plantas perennes crecen de forma natural en primavera, y un patrón de corte menos frecuente fomenta un mayor crecimiento, pero los paisajistas también pueden optar por otras medidas, como acolchar los parterres. Si se hace a principios de primavera, justo cuando las plantas perennes empiezan a crecer, no necesitan agua adicional, lo que supone una ventaja de cara a las inminentes olas de calor.
En condiciones de sequía en las que el agua ya puede escasear, lo último que necesitan los céspedes de sus clientes es competir con las malas hierbas y el musgo por estos codiciados recursos. Minimizar las malas hierbas del césped durante la sequía puede contribuir a conservar los recursos hídricos. Existen varios métodos diferentes que puede emplear un paisajista para controlar las malas hierbas, entre los que se incluyen los siguientes:
Por mucho que emplee las mejores técnicas a la hora de gestionar el césped de sus clientes durante la sequía, sin un mantenimiento adecuado entre las revisiones el césped puede seguir sucumbiendo a los daños. Considere la posibilidad de darles a sus clientes algunos consejos sobre el cuidado del césped en verano para que los apliquen entre una revisión y otra y que el césped pueda resistir lo mejor posible.
Indíqueles que deben evitar el excesivo tránsito a pie sobre el césped, especialmente en las zonas dañadas por el calor. También deben retirar habitualmente los restos como las hojas caídas y el exceso de recortes de césped para prevenir el desarrollo de enfermedades.
El riego es un aspecto clave del cuidado del césped en verano, especialmente cuando hay temperaturas extremas y la posibilidad de sequía. Esto es algo que también se puede escapar en gran medida al control de un paisajista, y queda bajo la responsabilidad de su cliente gestionar su programa de riego.
Transmita los siguientes consejos para optimizar el riego y conservar la salud de su césped tanto a corto como a largo plazo.
Cuando el suelo parece seco, se puede caer en la tentación de empapar la tierra en cuanto el suministro de agua así lo permita. Sin embargo, el truco consiste en regar en profundidad y con poca frecuencia para no causar más daños a su césped.
Si sus clientes riegan demasiado superficialmente corren el riesgo de penetrar solo en la capa superior del suelo y, en consecuencia, fomentar que las raíces crezcan más cerca de la superficie, donde son mucho más vulnerables a la desecación, que es algo mucho más difícil de solucionar que el suelo seco. Aconseje a sus clientes que rieguen una parcela de césped durante una hora como máximo cada vez para garantizar que se puede llegar a la base de la raíz.
Se recomienda regar a primera hora de la mañana o al atardecer, cuando el sol no está en su punto álgido, para evitar que el agua se evapore antes de que pueda llegar hasta las raíces.
También hay que recordarles que durante la sequía es importante cumplir las normativas, directrices y prácticas locales recomendadas en relación con el consumo de agua en condiciones de sequía. Asegúrese de que se mantienen informados sobre las normas vigentes, ya que pueden cambiar con frecuencia y según la región.
En lo referente a la sequía, más vale prevenir que curar, y la aireación es una de las medidas preventivas clave que puede tomar un paisajista dándoles a las raíces acceso a los nutrientes necesarios durante todo el año.
Cuando hace calor, la superficie del suelo se vuelve seca y dura, lo que dificulta que el agua penetre hasta la raíz. Haciendo agujeros en el suelo con máquinas de aireación específicas o incluso pinchando con una horquilla de jardín, el agua y el oxígeno se pueden filtrar hasta las raíces, lo que les permite retener el agua durante más tiempo en caso de sequía.
Al aflojar el suelo compactado y reducir su densidad, la aireación permite un mejor intercambio de oxígeno en la zona radicular. Los sistemas radiculares sanos y robustos son más eficaces a la hora de extraer agua del suelo, por lo que están mejor preparados para soportar las condiciones de sequía. Un mayor crecimiento de las raíces también mejora la capacidad del césped para acceder a reservas de agua más profundas.
Lo mejor es airear antes de que llegue la sequía y el suelo se endurezca demasiado. En cambio, airear en plena sequía puede influir negativamente en la salud del césped de sus clientes, ya que aumenta la evaporación del agua del suelo.
La primavera es el momento óptimo para airear, ya que el suelo está lo suficientemente seco para evitar que los agujeros se sellen y así se permite una recuperación más rápida y un desarrollo óptimo de las raíces durante la temporada alta de crecimiento. Otra posibilidad es airear en otoño, cuando el suelo aún está caliente, puesto que así se permite un buen crecimiento de las raíces y el aumento de las lluvias contribuye a que el césped se recupere rápido tras la aireación.
Es posible que los patrones meteorológicos estén cambiando en toda Europa y las prácticas paisajísticas junto con ellos, pero hay algo que se mantiene inmutable: la necesidad de maquinaria fiable y de alta calidad. Para no complicarse la vida a la hora de hacer frente a las condiciones más difíciles, lo mejor es asegurarse de que cuenta con las mejores herramientas para el trabajo. Un programa de cuidado del césped bien pensado, unido a una máquina con motor Kawasaki, es garantía de que los céspedes a su cargo puedan sobrevivir a la sequía y florecer de nuevo en primavera.
Este artículo cuenta con la aprobación profesional de Martyn Hooper, propietario de Hoopers Garden Maintenance.
En el ámbito del paisajismo, para lograr los mejores resultados a menudo hay que gestionar un delicado equilibrio entre la naturaleza y el cultivo para asegurarse de que los espacios verdes de los clientes sigan luciendo lo mejor posible durante todo el año.
El otoño es una estación de transición. En la comunidad del paisajismo y del cuidado del césped, es una época para recuperarse del calor del verano, hacer los preparativos necesarios para el invierno y, por supuesto, lidiar con las hojas caídas.