En el ámbito del paisajismo, para lograr los mejores resultados a menudo hay que gestionar un delicado equilibrio entre la naturaleza y el cultivo para asegurarse de que los espacios verdes de los clientes sigan luciendo lo mejor posible durante todo el año.

A medida que los patrones meteorológicos siguen cambiando con las estaciones y el clima, los problemas como las inundaciones, la sequía y las heladas se han convertido en un terrible enemigo para los responsables del mantenimiento de los espacios exteriores.

Para los paisajistas profesionales es esencial contar con un plan sólido de protección contra las inclemencias del tiempo a fin de proteger las zonas verdes contra los daños de los elementos.

Cómo puede afectar a su paisaje el aumento de las inundaciones

El Niño es un término con el que los paisajistas se han tenido que familiarizar demasiado en el último año y, según el Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S), este fenómeno meteorológico seguirá afectando a las condiciones invernales en 2024, por lo que es especialmente probable que en Europa central y oriental se produzca un aumento de los niveles de precipitaciones.

¿Cuál es el resultado? Más precipitaciones y una mayor probabilidad de inundaciones y encharcamientos en céspedes y jardines. Para los que se inician en el paisajismo o buscan un recordatorio rápido, he aquí algunas de las mejores formas de protegerse contra las lluvias torrenciales.

Cómo proteger un césped de las inundaciones

Evite la compactación

El suelo compactado es uno de los principales culpables de que los terrenos sean vulnerables a las inundaciones, ya que la compresión del suelo causada por la maquinaria y el tráfico peatonal reduce el espacio poroso y limita la absorción de agua. La buena noticia es que un plan de aireación bien programado les puede servir a los paisajistas para adelantarse y evitar que el césped llegue a inundarse.

Airear, pinchar, hender o perforar el suelo durante la estación otoñal o incluso primaveral puede romper la eventual compactación que hayan sufrido los terrenos durante el verano. Perforar el suelo con púas contribuye a mejorar el movimiento del agua y el aire, mejora el drenaje y garantiza que las raíces del césped sigan teniendo acceso a los nutrientes que necesitan.

La aireación del núcleo en particular, en la que se retiran del suelo tapones de tierra con una máquina, es recomendable cuando se están preparando los terrenos contra las inundaciones, ya que mejora el drenaje a la vez que reduce la acumulación de paja, que puede agravar la situación al impedir el movimiento del agua.

Airear de esta forma también fomenta el desarrollo de sistemas de raíces más profundos que pueden prevenir más adelante la sequía... ¡pero a eso nos referiremos en breve!

Gestión de los terrenos encharcados

Si el césped de sus clientes ha sufrido una inundación y requieren sus servicios para controlar los daños, hay toda una serie de medidas que puede poner en práctica para que los jardines vuelvan a estar en forma.

  1. Deje tiempo al agua para que se evapore y aconséjeles a los clientes que se abstengan de pisar el césped en la medida de lo posible.
  2. Una vez que el agua de la superficie se haya dispersado, haga agujeros de drenaje pinchando la tierra con una horquilla. El uso de un aireador de púas huecas también contribuirá a eliminar los terrones de tierra encharcada que puedan quedar.
  3. Utilice tierra vegetal o arena para absorber cualquier resto de humedad y nivele las zonas dañadas.
  4. Si hay alguna zona de césped que se ha muerto al llegar la primavera, asegúrese de resembrarlo para que vuelva a exhibir su mejor estado en verano.

¿Cuál es el impacto de las heladas en el césped?

Es cierto que los paisajes invernales son muy bonitos, pero la escarcha que se forma en esas noches bajo cero puede causar estragos e inducir el letargo invernal en algunas plantas jóvenes y aniquilar otras por completo.

La escarcha se forma cuando la temperatura de la hierba, los árboles y los arbustos cae por debajo de la temperatura del aire y, como consecuencia, congela y expande el agua del interior de las plantas y las briznas de hierba, lo que puede romper las paredes celulares de la planta durante el rápido proceso de descongelación.

La congelación del agua dentro de la hierba también puede deshidratar las células de la planta haciéndolas más susceptibles a las lesiones, y las heladas persistentes causan un daño acumulativo que conduce al pardeamiento, marchitamiento e incluso la muerte de la hierba en casos extremos. Es especialmente perjudicial para las plantas más tiernas y el césped joven de crecimiento activo. Además, las heladas repetidas sin períodos intermedios de recuperación pueden contribuir al estrés del césped a largo plazo.

La mejor solución para fomentar un espacio al aire libre resistente a las heladas es plantar césped y plantas que ofrezcan una resistencia fiable, evitar las plantas perennes tiernas y trasladar las plantas vulnerables a una posición resguardada.

Sin embargo, eso no siempre es posible... ¡y lo que desde luego es imposible es trasladar todo un césped al interior! En su lugar, pruebe estas técnicas para proteger las zonas verdes de las heladas.

Cómo proteger un césped de las heladas

Mientras que la nieve puede actuar a modo de manta protectora natural para el césped (siempre que no se altere), las heladas pueden dañar y debilitar un césped con el tiempo. He aquí un breve repaso a las mejores prácticas para hacer frente a las heladas.

Opte por un corte más alto

Durante los meses de otoño y de cara al invierno es primordial aplicar prácticas de siega adecuadas, y en este sentido resulta esencial mantener un equilibrio estratégico.

Cuando el tiempo lo permite, seguir segando durante el invierno mitiga sin duda la proliferación de enfermedades y reduce el riesgo de plagas. Sin embargo, es importante no dejar el césped demasiado corto si su negocio está ubicado en una zona donde las temperaturas pueden caer por debajo de cero.

Las briznas de hierba largas actúan a modo de aislante natural para el césped de sus clientes y protegen el suelo y las raíces de las temperaturas extremas y los daños causados por las heladas. Esta capa de protección natural dejará sus zonas verdes más robustas y serán capaces de soportar los problemas que plantean el clima frío y los factores de estrés ambiental.

Añada protección adicional

Si los clientes tienen césped joven o plántulas, cubrir el césped con un vellón hortícola o incluso con plástico de burbujas, mantas o material orgánico ayudará a aislarlo y le proporcionará protección para el invierno.

Evite utilizar paja como aislante —ya que puede transportar semillas de malas hierbas— o lonas de plástico —dado que pueden causar más daños al césped si se hiela y se endurece.

¿Qué recursos tienen los paisajistas para proteger los terrenos frente a la sequía?

La clave para ganarle la partida a la sequía reside en anticiparse a ella preparando los terrenos de los clientes para que superen con éxito las olas de calor estivales. Para asegurarse de que el césped está robusto y bien preparado se necesita un trabajo de base a principios de año mediante el cultivo de un césped sano y de crecimiento vigoroso con raíces profundas y bien asentadas.

Siegue con frecuencia

Cuando la superficie del suelo se seca en un período de sequía, un sistema de raíces poco profundo puede impedir que el césped de sus clientes alcance los nutrientes que necesita para sobrevivir y hacer que las raíces próximas a la superficie sufran estrés térmico.

Parte de la impermeabilización de los espacios exteriores contra la sequía consiste en mantener un césped sano durante todo el año que fomente una hierba densa y de raíces profundas y que sea capaz de resistir mejor los períodos de secano.

Esto implica segar con frecuencia utilizando maquinaria de alta calidad como un cortacésped Powered by Kawasaki. Al segar frecuentemente con el equipo adecuado, los paisajistas pueden fomentar el crecimiento lateral y aportar energía al desarrollo de las raíces asegurando que estas crezcan a una profundidad suficiente para acceder a la humedad almacenada en las capas inferiores del suelo en caso de que el agua escasee.

No obstante, no se olvide de reducir la frecuencia de siega una vez que comience la temporada de sequía, ya que el césped está compuesto en un 85 % de agua, por lo que al quitarle longitud podría estar eliminando nutrientes vitales.

Mantenga el césped más largo

En temporada alta segará con una regularidad cada vez mayor, pero debe procurar aumentar gradualmente la altura de corte hasta que se encuentre cerca del extremo superior de la altura de corte recomendada para el tipo de césped de su cliente.

La hierba alta ayuda a mantener el suelo fresco y a la sombra cuando las temperaturas empiezan a subir, con lo que se ralentiza la evaporación y se retiene la humedad durante una ola de calor. Dejar los recortes en el césped para que actúen como mantillo natural también contribuirá a resistir la sequía, puesto que ralentizarán la evaporación de la superficie del suelo.

Utilice variedades de césped resistentes a la sequía

Además de mantener un programa de cuidado del césped bien completo, puede proteger el suelo del calor con una variedad de césped elegida pensando en la tolerancia a la sequía. A medida que los veranos siguen siendo cada vez más calurosos en Europa, ha aumentado la necesidad de céspedes resistentes a la sequía y, si sus clientes se enfrentan de forma recurrente a este problema, debe seleccionar variedades de césped resistentes para que aporten una protección extra.

Para conocer más consejos sobre cómo hacer frente al calor y a los factores que estresan el césped relacionados con el verano, lea nuestra guía sobre el cuidado del césped en los meses más calurosos del año.

Prepárese para cualquier clima

Para salvaguardar los jardines de sus clientes contra el trío de adversarios naturales —inundaciones, heladas y sequía— se requiere un enfoque polifacético basado en la planificación estratégica y el cuidado atento.

Siguiendo los consejos que hemos expuesto podrá asegurarse de que los jardines de sus clientes estén preparados para cualquier inclemencia meteorológica que se les presente, desde el máximo calor hasta el frío extremo. Pero, por mucho que el tiempo pueda cambiar, hay algo que permanece inmutable: la absoluta necesidad de un mantenimiento regular del paisaje y de máquinas de calidad para fomentar la buena salud general del césped.

El uso de máquinas Powered by Kawasaki puede ayudarle a lograr ese objetivo, dado que ofrecen un rendimiento fiable y eficiente sin importar la estación del año. Diseñados pensando en el profesional, nuestros motores tienen la potencia necesaria para mantener una cuchilla rápida a través de un césped variable, lo que se traduce en cortes más limpios y céspedes más sanos.